Aunque en 1935 y bajo el nombre de Ambré Solaire se creó el primer filtro protector de rayos solares UVB, por el fundador de L’Oreal, con el fin de proteger su piel ya que su pasión como regatista, le tenía muchas horas al sol. Pronto en la Riviera francesa se hizo popular aquella botella de color ámbar que además de proteger, bronceaba.

Aunque en los años 50, se produjera en Francia una fuerte introducción de los productos de protección solar, un boom donde las míticas “pin up”, capitaneadas por Betty Brosmer, eran las reinas del verano y la piel morena comenzaba a ser un símbolo de status, no fue hasta finales de los años 60 que comenzaron a introducirse en Mallorca a través de los pequeños comercios de las zonas turísticas.

Por aquel entonces solo se conocían los aceites de las multinacionales y tímidamente se iban introduciendo productos nacionales, casi todos con un nombre compuesto por una palabra que iba siempre acompañada por el añadido Oil. Así destacaba el aceite Ri-Oil, el Ecran-Oil, entre otros, y el Tan-Oil de Famosol que fue la marca con la que dimos los primeros pasos.

Corría el año 1972 cuando me dirigí al antiguo aeropuerto de Son Sant Joan, para recoger a uno de los directivos que más he admirado. Jaume Balagueró Malla, un tipo fornido, de 1,80 m. catalán de Manresa, un auténtico representante, de los que lo llevan escrito en el adn. Desde el primer momento que lo recogí en la escalerilla de aquel avión que todavía recuerdo de la compañía Aviaco, su primer comentario maletín en mano, fue; “vámonos directamente a la zona turística más cercana”.

Paramos el Renault 4L en la Plaza de Ca’n Pastilla y allí comenzamos a caminar de un suvenir a otro.

Corría el mes de febrero y aunque algunos ya estaban abiertos al público en otros pintaban o colocaban los productos en los expositores para hacer frente a la temporada.

Una veintena de aquellos comercios adquirieron lo que aquel hombre alto les decía que estaba de moda en todas las zonas turísticas del mundo y que además, era imprescindible su uso para quien expusiera la piel a las radiaciones solares. Aceites protectores y bronceadores para cuerpos perfectos que la actriz Bo Derek popularizó en la cinta “10 la mujer perfecta”.

La semana anterior a la Semana Santa, se sirvieron todas las peticiones. Todavía no habíamos oído hablar de la capa de ozono, pero sin saberlo habíamos comenzado a protegernos.